Los trabajos informales representan casi la mitad de los empleos destruidos en el país
De acuerdo con el reporte del INE, en el trimestre abril-junio los ocupados informales cayeron 35,3%, lo que equivale a 868.752 personas.
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Un 35,3% menos de trabajadores informales a junio respecto al mismo trimestre del año pasado es el saldo que ha dejado el paso de la pandemia en el país, según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esto equivale a 868.752 personas que, además de perder su fuente de ingresos, no cuenta con acceso al sistema de seguridad social.
En el contexto general del desplome del empleo a nivel nacional, este segmento representa el 48,8% del total de las plazas destruidas en el trimestre móvil abril-junio.
Por género, la caída en los ocupados informales fue impulsado tanto por las mujeres -que retrocedieron 40,3%- como por los hombres, que lo hicieron un 31,2%. Por edad, el tramo 25 a 34 años lo hizo un 29,5%.
“Esta caída global se explicó debido a las restricciones sanitarias producto de la pandemia, pues las personas no han podido desempeñarse regularmente en sus actividades económicas habituales, y al mismo tiempo, dada su condición de informalidad, no han podido acogerse a la Ley de Protección del Empleo”, señala el reporte.
Por sector económico, la disminución de los ocupados informales se explicó principalmente por los trabajos que se perdieron en Alojamiento y servicio de comidas (-62,3%) y en el Comercio (-38,3%). En ambos, destaca el informe, se evidencia que han sido “fuertemente impactados por la contingencia nacional que ha impedido el normal desarrollo de las actividades económicas”.
Por categoría ocupacional, los trabajadores por cuenta propia cayeron 35,9% y los asalariados privados un 33,3%.
La tasa de ocupación en el sector informal (número de ocupados en unidades económicas informales expresado como porcentaje del total de ocupados) llegó a 13% en el período, registrando un retroceso de tres puntos porcentuales en 12 meses, alcanzando su valor más bajo desde que comenzó su medición en el trimestre julio-septiembre de 2017.
En paralelo, la tasa de ocupación informal (que es el número de personas con ocupaciones informales expresado como porcentaje del total de ocupados) llegó a 22,3% en el trimestre móvil abril-junio, lo que significó un retroceso de 5,3 puntos porcentuales. Por género en las mujeres esta fue de 22,5%, mientras que en los hombres fue de 22,2%.
El análisis de las cifra
“Hay una caída muy importante de la tasa de ocupación informal que en tiempos normales sería una buena noticia, pero en estas circunstancias lo que está reflejando es que en terminos relativos esta crisis está afectando mucho más a los informales que a los informales”, explicó el investigador de Clapes UC, Juan Bravo.
Al mirar la composición del mercado laboral, en donde la proporción del empleo informal es menor en relación al empleo formal, las caídas de 35,3% de los primeros en comparación al retroceso de 14,1% de los segundos dan cuenta de la profundidad del daño que está ocasionando el coronavirus en los trabajadores más vulnerables.
“Si tomamos que el total del empleo está cayendo un 20% anual y se toma la descomposición entre informal e informal, se ve que claramente esta crisis le ha afectado mucho más a los primeros”, comentó Bravo.
En su análisis, el primer elemento a considerar es que cuando se tiene un traslado genuino desde el empleo informal al formal “eso es una buena noticia”. En este contexto de cuarentenas ello no ocurre.
Una vez que comience la reapertura de la actividad, Bravo cree que la tasa de ocupación informal comenzará a escalar “rápidamente” lo que sigue siendo una mala noticia.
Un ejemplo de esto, argumenta el economista, se evidenciará en los ocupados por cuenta propia -que son parte del mundo informal- que “sólo están esperando que se levanten los confinamientos para volver a operar” ya que ellos no dependen de que una empresa los contrate.
Recordó que “nunca” es bueno que se eleve la tasa de ocupación informal porque es sinónimo de más desprotección para el trabajador en donde el nivel de ingresos, además, son bajos.
“De acuerdo con la última encuesta suplementaria del INE el ingreso en promedio en los empleos formales son casi el triple de lo que son en los trabajos informales”, explicó.
En el análisis de las cifras entregadas por el INE, la directora nacional, Sandra Quijada, comentó el viernes pasado que al mirar lo que ocurrió en el segmento del empleo informal, en ellos también se ha visto un mayor flujo hacia la inactividad, en un contexto en donde además son un grupo que registra mayor probabilidad de estar desocupado, que un ocupado formal.